Metallica: Los discos malditos (y 3) – St. Anger


Locky Pérez

Tras dos entregas anteriores dedicadas a Load y ReLoad,. Termino la serie dedicada a los “Álbumes Malditos” de Metallica con St. Anger, el trabajo más desacreditado de toda su trayectoria.

En declaraciones que en su momento publicó la revista Classic Rock, Lars Ullrich tenía una opinión distinta a la de los seguidores de Metallica... “Algunas personas piensan que es nuestro peor álbum, pero yo no lo creo. A mi modo de ver, no puedo ordenarlos de mejor a peor. Ese tipo de simplicidad no existe para mí”, comentó Lars, añadiendo que... “Para mí, St. Anger fue un experimento aislado. De vez en cuando nos ha dado por hacer cosas jodidamente fuera de los límites”.

Lo cierto es que, en el fondo, se adivina como si fuese una venganza contra todos sus detractores por las críticas recibidas al publicar Load y ReLoad. Es como si hubiesen dicho “¿quereis crudeza?... pues ahí va”. El problema es que el cambio resultó demasiado abrupto como para asimilarlo por los seguidores de Metallica sin poner inconvenientes.

El estado anímico del grupo tampoco era el mejor para afrontar nuevos retos; a los “palos” recibidos por sus dos anteriores trabajos se añadía el mal rollo existente entre los componentes.



Poco antes de comenzar la grabación de St. Anger, Jason Newsted decidió dejar Metallica cansado de ser un simple comparsa sin apenas poder de decisión en las composiciones. Esta circunstancia obligó a tomar la resolución de que el productor Bob Rock se hiciera cargo de las partes de bajo. Luego, una vez en el estudio, las sesiones debieron suspenderse durante un tiempo para que James Hetfield iniciase un tratamiento de desintoxicación por problemas de alcoholismo y otras adicciones. Debido al ambiente enrarecido y a los enfrentamientos entre los componentes del grupo, se contrató al psicólogo Phil Towle para tratar de calmar los ánimos. Además, se acordó filmar el proceso de grabación a modo de un “making of" pero acabó transformándose en un extenso documental que se publicó utilizando para el nombre uno de los temas del disco, Some Kind Of Monster, y reflejaba la comprometida situación por la que estaba pasando la banda. De hecho la mayoría de las letras del álbum reflejan esta circunstancia.

La decisión estaba tomada, los componentes de Metallica querían reflejar musicalmente su estado anímico personal y optaron por la crudeza total, sin aditivos de producción que adulterasen el explícito contexto. En su última presencia como productor, Bob Rock se limitó a registrar la realidad e, influenciado por los requerimientos de James, Lars y Kirk, apenas pulió las grabaciones, dando como resultado un disco de sonido primigenio, despojado de cualquier tecnicismo, como si se tratase de un grupo que comienza su carrera tocando en un garaje, la diferencia radicaba en que se trataba de una banda de relevancia mundial y eso, obviamente, tuvo sus consecuencias de cara a su público ya algo receloso por el rumbo que había tomado su carrera.




Las principales características de St. Anger, además de la aspereza que transmite, es la ausencia de solos y el nefasto sonido de la batería, capricho de Lars. Del lado positivo hay que dejar constancia de que James Hetfield, a pesar de trabajar solamente unas pocas horas al día debido a su convalecencia de la rehabilitación, supo dotar a su voz del habitual carisma.

La portada del disco, sin ser espectacular, reflejaba con objetividad la furia que el oyente se iba a encontrar en el interior. Además, adelantándose a lo que luego se ha vuelto una costumbre, se incluía un DVD con todas las canciones tocadas en vivo en una especie de local de ensayo y ya con la incorporación de Robert Trujillo al bajo.

EL CONTENIDO

Uno no puede dejar de pensar en cómo hubiera sonado St. Anger con la producción adecuada pero es especular inútilmente. El disco es lo que es y su contenido no se puede cambiar, a no ser que en algún momento se les ocurra remasterizarlo; no serían los primeros en hacerlo, ahí está el caso de Manowar con sus primeras grabaciones.

Y… a pesar de todo lo negativo que uno pueda encontrar, las canciones siguen teniendo ese “feeling” que solo Metallica sabe imprimir. “Frantic” es el primer impacto, totalmente erosivo pero con James extrayendo un excelente rendimiento a su registro vocal, apoyado por unos cambios de ritmo que aportan variedad junto a unos riffs corrosivos. A pesar de la hueca sonoridad de algunas partes de batería Lars se muestra contundente y extrae una impensable vitalidad a un instrumento técnicamente limitado a propósito. Los datos anteriores se pueden aplicar a “St. Anger”, pieza cortada bajo los mismos patrones, con algunas pequeñas diferencias.



Some Kind Of Monster”, es un tema con mucha instrumentación, riffs profundos y con Lars esforzándose en las partes de batería, combinado las sonoridades “tipo lata” con otras con mayor consistencia, las mismas características encontramos en “Dirty Windows”, aunque aquí introducen una sugestiva variación que corta el ritmo para dejar que James “juegue” con su voz.

El siguiente tema “Invisible Kid”, aporta los momentos, digamos, menos crudos. James vuelve a exhibir su capacidad para cambiar de registro y los riffs no son tan agobiantes; inevitablemente la batería sigue su particular “guerra aparte”.

My World”, resulta de lo más interesante del álbum, con una dinámica que tiene gancho a pesar de estar impregnada de la rudeza imperante basada en una estructura de riffs vigorosos y cambiantes, voces atractivas y convincentes y una batería que mantiene su incordiante presencia.

Según algunas opiniones, se ha querido ver un acercamiento al nu metal en “Shoot Me Again”, yo no lo veo claro. Más allá de alguna frase de James y ciertos toques de batería, es un corte que sigue las normas establecidas en St. Anger. Por su parte “Sweet Amber” contiene un atractivo riff que dentro del adecuado contexto se le podría haber sacado más rendimiento.

Al llegar al tramo final, “The Unnamed Feeling”, a pesar de ser uno de los singles extraídos, muestra ya una repetición de esquemas que transmite monotonía. Algo más vitalista resulta “Purify” pero, a estas alturas, ya cansa la recurrencia de la batería, la crudeza extrema y la desnudez de la producción. Y es que, al igual que en Load y ReLoad, no tuvieron reparo en alargar excesivamente la duración total de un disco que no destaca precisamente por su capacidad para atrapar al oyente de principio a fin.

Cuando llega el momento de “All Within My Hands” uno ya no tiene la disposición de razonar objetivamente porque ha sido aplastado por una sucesión de riffs mimetizados, baterías anti-estéticas y ritmos primitivos.

Posiblemente, como dijo Lars, no todo se puede calificar como mejor o peor, no todo es blanco o negro, pero lo cierto es que St. Anger circula por una brumosa atmósfera de nubes grises de la que es difícil descubrir los pocos destellos de brillantez que contiene. Hay que tomarlo como lo que es, un experimento que pudo fluir de otra manera pero que se deja escuchar si apartamos los prejuicios. Quizá quisieron retomar la intensidad que destilaba Kill ‘Em All pero la jugada no terminó de salir bien.

No deja de ser curioso que, después de todo el revuelo que causó la aparición del disco, fuesen premiados con un Grammy en la categoría de mejor actuación de metal por el videoclip de St. Anger.

Las opiniones de los críticos estuvieron divididas; para unos fue un gran álbum mientras que para otros resultó “infumable”. Los aficionados fueron más drásticos, un buen número se sintió defraudado y otros les acusaron de vendidos.

A pesar de lo que dijese Lars, en una hipotética lista de los álbumes de Metallica, esta claro que St. Anger ocuparía los últimos lugares.


FICHA TECNICA

TITULO: St. Anger
AÑO: 2003
DISCOGRAFICA: Elektra Records
GRABACION: HQ Studios de San Rafael (California)
PRODUCCION: Bob Rock
DURACION: 75,01 minutos
LISTA DE TEMAS: 01. Frantic, 02. St. Anger, 03. Some Kind Of Monster, 04. Dirty Window, 05. Invisible Kid, 06. My World, 07. Shoot Me Again, 08. Sweet Amber, 09. The Unnamed Feeling, 10. Purify, 11. All Within My Hands
SINGLES: "St. Anger”, “Frantic”, “The Unnamed Feeling”, “Some Kind Of Monster”.



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