The Obsessed, pioneros del doom metal
Locky Pérez
Procedentes
de Maryland, The Obsessed están considerados como uno de los
primeros grupos surgidos en Estados Unidos en asimilar las
influencias de Black Sabbath. Cuando comenzaron su tratectoria en
1976 bajo el nombre de Warhorse, los británicos estaban a poco
tiempo de finiquitar su etapa con Ozzy Osbourne como vocalista.
Mientras los estadounideses adoptaban su nuevo nombre en 1980, los de
Birmninham habían iniciado una nueva era junto a Ronnie James Dio.
A mediados de
la década de los ochenta The Obsessed se disolvió y no fue hasta su
regreso a la actividad en 1990 cuando el grupo publicó su primer
álbum de título homónimo, mientras Black Sabbath pasaba por,
quizá, la peor etapa de su dilatada trayectoria, con Tony Iommi como
único componente original tratando de mantener la integridad del
grupo.
Efectivamente,
el debut de The Obsessed (que debió ser lanzado por Metal Blade
Records en 1986), con una formación integrada por Scott “Wino”
Weinrich (guitarra y voz), Mark Laue (bajo) y Ed Gulli (batería),
contaba con el espíritu de Black Sabbath en sus formas y en su
fondo, aunque también se podían descubrir ciertos sonidos de
guitarra cercanos a los Judas Priest época Stained
Class y Killing Machine, así como algún guiño a los ritmos
facturados por los mismísimos Deep Purple, como se puede descubrir
en el tema “Freedom”. Quedaban claras las influencias de los
estadounidenses, con Scott revelándose como un guitarrista con
recursos. Un álbum que mereció mejor suerte por la calidad de su
contenido y que en 2017 fue relanzado a través de Relapse Records
convenientemente remasterizado.
En 1991,
Mientras el universo musical empezaba a girar en torno a la escena
grunge y rendía pleitesía a una de sus obras cumbre, Nevermind, de
Nirvana, The Obsessed ponían en circulación su segundo álbum,
Lunar Womb, evidentemente, un momento poco propicio para abrirse
camino a pesar de las buenas vibraciones que transmitía su contenido,
repleto de guitarras abrasivas y ritmos seductores. “Wino”, que
se había vinculado en 1986 como vocalista en otra determinante banda
de doom metal como Saint Vitus, dejaba su puesto por discrepancias
con el guitarrista Dave Chandler para centrarse en The Obsessed,
consolidarse como guitarrista y acabar por convertirse en “alma
máter” de la banda, En esta ocasión se hacía acompañar de Greg
Rogers a la batería y de Scott Reeder al bajo, quien también
colaboraría en el apartado vocal en dos canciones. Scott dejaría el
grupo en 1992, siendo sustituido por el francés Guy Pinhas.
En 1994 publicaron The
Church Within, su tercer álbum con la discográfica alemana
Hellhound Records, especializada en doom metal, fundada en 1989 y
actualmente desaparecida. En Estados Unidos se lanzó a través de
Columbia Records. El álbum seguía las pautas establecidas en sus
anteriores trabajos pero sin renunciar a la ampliación de nuevos
horizontes con la apertura hacia texturas menos oscuras y más
rítmicas, como en “Streamlined”. En algunos casos vinculadas a
la psicodelia (“Neatz Brigade”) y, sorprendentemente, también
coqueteando con los ritmos hardcorianos como en la corta e intensa “A
World Apart”. El buen trabajo desarrollado no tendría continuidad
ya que The Obsessed volvió a dejar de funcionar en 1995.
Tras de
un largo letargo, la presencia de The Obsessed, como banda de culto,
fue requerida en algunos festivales como el Roadburn Festival de 2012
y un año después en el Deathfest XI de Maryland (EE.UU.).
Posteriormente, Mientras The
Obsessed entraba en otra etapa de silencio, “Wino” continuaba su
carrera en las filas de Spirit Caravan, otra formación alineada en
los perfiles del doom y el stoner. Hasta que en 2016 el propio Scott
informaba que ponía de nuevo en marcha la banda con una alineación
integrada por miembros que habían formado parte de Spirit Caravan,
es decir, Dave Sherman (bajo) y Brian Constantino (batería), con
quienes grabó, el cuarto álbum, primero en 23 años,
titulado Sacred. También habría que mencionar la presencia de Sara
Seraphim como segunda guitarra, aunque causaría baja un año
después. Asimismo, Dave Sherman abandonaría el grupo tras la
grabación del álbum, siendo sustituido por Reid Raley, quien ya
había formado parte de la banda en sus esporádicas apariciones
entre 2013 y 2016.
SACRED
El último
capítulo escrito en la dilatada y tortuosa trayectoria de The
Obsessed se llama Sacred, lanzado hace un par de años con el apoyo
de Relapse Records. Un trabajo que recupera el legado de sus
anteriores obras, pero en el que también se descubre una voluntad
por parte de “Wino” de no quedarse estancado. De esta forma, el
álbum abarca las típicas texturas doom, además de incursionar en
la psicodelia y el hard rock, lo que le proporciona una sugestiva
dinámica.
Los
brillantes tres primeros temas, “Sodden Jackal”, “Punk Crusher”
y “Sacred”, marcan unas pautas para construir un álbum versátil
en el que, una vez más, “Wino” nos deleita con sus recursos
guitarreros y en el que se incluye la versión de “It's Only Money”
de Thin Lizzy, algo fuera de lugar pero igualmente interesante, así
como la pieza instrumental “Cold Blood”, rescatada nada menos que
de la época de su álbum debut, además de un acercamiento de
inspiración comercial como “Stranger Things”, pero in olvidar
sus raíces representadas también magníficamente en “Razor
Wire”, ”My Daugther My Son” o “Be The Night”.
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