Vocalistas de emergencia (1): Black Sabbath e Ian Gillan


Locky Pérez

Hay momentos en la historia de una banda en que las circunstancias obligan a sus componentes a tomar decisiones drásticas. En algunas ocasiones pueden resultar beneficiosas pero también ser equivocadas y obligar a la rectificación ante males mayores. Algunos de estos casos se dan cuando uno de los miembros deja el grupo o es expulsado. Sustituirlo, dependiendo de su importancia dentro de la banda, puede ser complicado. En esta serie de artículos me centraré en algunos vocalistas que fueron escogidos como solución de emergencia y su aporte discográfico resultaría, cuando menos, polémico. Si su legado valió la pena queda para el lector juzgar por si mismo.



BLACK SABBATH-IAN GILLAN

Para comenzar, tenemos una de las apuestas más insólitas y arriesgadas de la historia del hard rock, la vinculación del reputado Ian Gillan a unos Black Sabbath en horas bajas.

Periodo: 1983-1984
Albumes: Born Again 1983

ANTES

Ian Gillan contaba con una impresionante reputación cuando se incorporó a Black Sabbath en 1983. Era todo un icono del hard rock, responsable de haber puesto la voz a grabaciones que resultarían legendarias como, In Rock, Fireball, Machine Head y Who Do We Think We Are, último álbum antes de abandonar Deep Purple en 1973 debido a problemas con Ritchie Blackmore

Durante diez años, además de algunas colaboraciones sin demasiada repercusión, lo más destacado fue la creación de su propia banda, primero como Ian Gillan Band y luego simplemente como Gillan, dejando una herencia de nueve álbumes en total, el último de ellos Magic (1982), que pasó bastante desapercibido y obtuvo escasas ventas.

DURANTE

Cuenta la leyenda que la vinculación de Ian Gillan a Black Sabbath estuvo precedida de una enorme borrachera a tres bandas entre Tony Iommi, Geezer Butler y el vocalista. Según parece, los motivos económicos, tras su poco exitosa trayectoria con la Ian Gillan Band, fue un factor determinante para que aceptara embarcarse en la nueva aventura. Sea como fuere, al principio todos los protagonistas se mostraban encantados, tal como reconocieron en la rueda de prensa organizada en La Beat Route Club de Londres poco antes del verano de 1983. "Hemos ensayado mucho y estamos todos muy excitados", dijo Gillan por entonces. Mientras que Butler comentaba a los periodistas, "El material de Black Sabbath sirve perfectamente para la voz de Ian. Hemos ensayado juntos y ha encajado realmente bien. Proviene de las mismas raíces que nosotros y la unión funciona de maravilla". El vocalista no dejó duda de su entusiasmo al mencionar que, "Será toda una experiencia convertirme en el tercer cantante de los Sabbath y muy emocionante cantar algunos de sus clásicos". El optimismo luego se tornaría en desilusión.

Además de grabar Born Again, Ian Gillan participó en la gira de presentación del álbum con un resultado bastante decepcionante según cuentan algunas crónicas de la época, entre otras, la de Barcelona, detallada por Joan Singla en el número de octubre de 1983 de la revista Popular-1. "El grupo ataca con un tema de su nuevo álbum "Born Again", Gillan al frente. La cosa está sonando francamente mal, la voz por un lado, los instrumentos por otro..." y más adelante añadía... "Acabaron con "Black Sabbath" después de presentar casi todo su Born Again, que es bastante flojo de primera oída. Para el bis sorprendieron al público con una versión de "Smoke On The Water", también de calidad poco loable y luego finalizaron el set con su famoso "Paranoid" que fue de lo mejor del concierto".

En total, hicieron dos giras por América y una por Europa, con el batería de la ELO y amigo de Iommi, Bev Bevan, sustituyendo a Bill Ward que después de haber regresado a la banda recayó de su dependencia del alcohol y entró en rehabilitación.

DESPUES

En abril de 1984, poco tiempo después de la salida de Ian de Black Sabbath, ese mismo año, no solo se vinculó de nuevo a Deep Purple sino que publicaron otra de sus grandes obras, Perfect Strangers, al que siguió The House Of Blue Light. Gillan, abandonaría de nuevo el grupo en 1989 por sus consabidas diferencias irreconciliables con Blackmore, para regresar en 1993 hasta la actualidad, una vez que Ritchie decidiese dejar el grupo para no regresar jamás.



EL DISCO

Publicado en septiembre de 1983, fue producido por los propios Sabbath junto con el ingeniero Robin Black en The Manor Studios, situados en el condado de Oxforshire (Inglaterra) propiedad del hoy multimillonario Richard Branson.

El diseño de la portada (asimismo polémico) fue obra de Steve Joule diseñador de Kerrang!, que en aquellos momentos colaborada también en los trabajos de Ozzy. Temiendo el enfado de Sharon Osbourne, presentó un trabajo pensando en que lo rechazarían pero fue aceptado para su sorpresa.

La crítica especializada comentó negativamente el contenido del álbum, no veía con buenos ojos la vinculación de Gillan con Sabbath y los crucificaron. Sin embargo, los seguidores del grupo no pensaron lo mismo y llegó hasta el número 4 de las listas inglesas, la mejor posición de un álbum de Black Sabbath desde Sabbath Bloody Sabbath (1973). En Estados Unidos llegó hasta un meritorio puesto 39.

Es evidente que la producción no fue la mejor, tanto Ian Gillan como Geezer Butler renegaron de la mezcla final y con razón.

EL CONTENIDO

TRASHED
Es un inicio trepidante con un riff pegadizo que se mantiene de principio a fin. La dinámica rítmica y la voz de Gillan encajan de maravilla. A pesar de la pobre producción se nota la presencia del bajo. El vocalista mete varios gritos salvajes mientras que Tony Iommi coloca dos solos agresivos de un crudeza extrema.




STONEHENGE
Intro de sonido enigmático que concuerda perfectamente con la imagen de un amanecer en Stonehenge. El repetido latido de la parte final puede recordarnos al "renacido" de la portada.

DISTURBING THE PRIEST
La risa maligna de Gillan nos pone en situación acompañada de la retorcida guitarra de Iommi. Seguidamente aparece un ritmo latente de fondo que da paso a un riff musculoso. Ambos parámetros se van combinando mientras Gillan fuerza su garganta con juegos vocales desgarradores en simbiosis con el tenebroso sonido instrumental, donde prevalece la guitarra mientras el bajo se deja sentir y la batería marca el ritmo de forma eficaz pero algo opaca. El tema termina entre risas histéricas de Gillan.

THE DARK:
Efecto de sonido diabólico que da paso a Zero The Hero.

ZERO THE HERO
Es el tema más largo del álbum. Lo protagoniza un riff recurrente de ritmo hipnótico y una densa atmósfera que incluye un largo e intenso solo de Tony dotado de cierta sensibilidad. Gillan vuelve a estar magnífico poniendo garra y sentimiento mientras que Bill Ward marca el ritmo de forma expeditiva apoyado por el bajo de Geezer. Guns N' Roses tomaron nota de esta pieza para construir su famoso "Paradise City".




DIGITAL BITCH
Tema veloz iniciado con un efectivo riff seguido de un corto y estridente solo de guitarra que volverá a aparecer más adelante alargado. Gillan va incrustando su potente voz en medio de las guitarras para construir un final desgarrador mientras bajo y batería crean densidad a su alrededor.

BORN AGAIN
El tema que da título al álbum cuenta con una atmósfera lenta y relajante dejando que Gillan lleve el protagonismo con voces suaves pero también con arrebatos indómitos acompañados por una agresiva instrumentación y un solo de influencias blues a cargo de Iommi al final.

HOT LINE
Electrizante tema con un vigoroso riff puro heavy metal que va a estar presente durante toda la canción, que cuenta con un efectivo giro estructural. El bajo de Geezer se deja sentir mientras Tony ataca con otro vibrante solo mientras Gillan castiga su garganta hasta cotas brutales. Pieza donde más destaca el trabajo de Bill Ward a pesar de la producción.

KEEP IT WARM
Un brillante Gillan acopla su registro de forma magistral acompañado de un excelente trabajo de Butler y Ward con Tony en segundo plano para coger protagonismo posteriormente con un exhaustivo solo y regresar al punto inicial donde la sección rítmica recobra presencia.

EL VEREDICTO
No se pueden negar los fallos de producción. Lo que pasó para que así sucediera habría que preguntárselo a los responsables. Es evidente que la batería suena muy floja en todo el álbum. Los teclados de Geoff Nicholls, aún siendo un simple complemento, apenas se notan. En lÍneas generales la calidad del sonido de toda la instrumentación podía haberse mejorado, así como las mezclas, por momentos suena todo muy enmarañado. El que sale mejor parado es Ian Gillan. Quizá habrá a quienes no les molen los alaridos y demás "efectos vocales" del cantante pero la exhibición que hace es espectacular, como en sus mejores momentos con Deep Purple.

Dejando los defectos técnicos aparte, en el apartado compositivo el álbum es excelente. Cuenta con unas atmósferas siniestras, propias de la trayectoria y la imagen que reflejaba Black Sabbath en aquellos momentos. El problema es que tras dos obras mayores con Ronnie James Dio como Heaven And Hell y Mob Rules, nadie estaba preparado para el nuevo rumbo. Además, uno de los elementos indispensables del sonido de los Sabbath, la guitarra de Tony Iommi, está a la altura de cualquiera de sus obras. Riffs y desarrollos solistas están repartidos a lo largo del álbum para recordarnos que la "marca de fábrica" no se ha perdido.






DATOS ADICIONALES

Para quienes deseen indagar más en Born Again les recomiendo que consigan alguna de las reediciones remasterizadas que incluyen un segundo CD con el tema inédito "The Fallen", perteneciente a las mismas sesiones de grabación. Curiosamente, es una pieza con mayor protagonismo de la batería, la voz de Gillan suena distinta como pasada por algún tipo de filtro y el apartado de las guitarras es muy competente. Luego está una versión alargada de "Stonehenge" de cerca de cinco minutos, que no difiere mucho de la original y el resto son temas en directo, tanto de Born Again como clásicos de Black Sabbath además de "Smoke On The Water", registrados en el Reading Festival en agosto de 1983.

Respecto a las actuaciones en directo, entiendo que en aquellos momentos a la gente le pareciera raro ver en un mismo escenario a Ian Gillan junto a Black Sabath. Si además algunas de las actuaciones no estuvieron a la altura, es lógico que las críticas fuesen mayormente negativas. Pero, mirándolo con la perspectiva que da la distancia en el tiempo... ¿quién no hubiera alucinado con estar presente en una de esas presentaciones? Ian Gillan cantando, "War Pigs", "Black Sabbath", "Iron Man" y "Paranoid", llevándolas a su terreno, debió ser una experiencia impresionante y ver a Tony Iommi acometer el riff de "Smoke On The Water" otro tanto. 

Sonaran mejor o peor, aquella oportunidad fue única para los afortunados que pudieron presenciarla. Así opinarán, seguramente, quienes asistieron al Reading Festival de 1983, solo hay que escuchar el entusiasmo del público en los temas en directo incluidos en el CD extra mencionado anteriormente.







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