Cuadernos del Rock - La historia
En homenaje a toda una generación de rockeros ecuatorianos.
A la memoria de Leonardo Villavicencio “Don Villa” (1951-2020)
Locky Pérez
Cuando en 1983 apareció en diario El Telégrafo de Guayaquil (Ecuador) la primera edición de Cuadernos del Rock, fue un acontecimiento pionero dentro de la prensa nacional que, con el tiempo, se convertiría en un referente para toda una generación de rockeros ecuatorianos. En aquellos momentos no podía imaginar, transcurridos 37 años, que la huella de aquella sección dedicada al rock seguiría presente en la memoria de muchos de aquellos adolescentes y no tan adolescentes, convertidos en la actualidad en adultos ya de cierta edad. Una circunstancia que en otra época hubiera sido muy difícil de constatar, ha quedado plenamente confirmada gracias a las redes sociales que en la actualidad forman parte de nuestra vida cotidiana y que me permiten mantener contacto con muchas de aquellas personas quienes suelen recordarme que en su día fueron lectores de Cuadernos del Rock.
En este pequeño despacho, con los teletipos como ruidosos compañeros, comencé a crear "Cuadernos del Rock" en la década de los ochenta. |
INTRODUCCION
Una vez leí unas declaraciones de Thomas Gabriel Fischer, más conocido por ser miembro de Celtic Frost como Tom G. Warrior, acerca de sus inicios en la música con Hellhammer, banda de corta trayectoria (1982-1984) que en su momento no tuvo mayor repercusión y su EP Apocalyptic Raids fue duramente criticado aunque, con el tiempo, se convirtió en toda una inspiración para numerosas bandas. Thomas, mencionaba que con los escasos medios técnicos que tuvo a su disposición en aquellos momentos hizo lo que pudo y que a pesar de lo rudimentaria que resultó la grabación, se sentía orgulloso de su posterior trascendencia.
Esta circunstancia me hizo reflexionar sobre las similitudes (salvando las obvias diferencias) que tiene la historia de Thomas y Hellhammer con los inicios de Cuadernos del Rock, puestos en marcha con escasos medios técnicos y con serias dificultades para conseguir información lo suficientemente atractiva para completar una página.
EL ARRANQUE
A principios de 1983, a través de Alberto Sánchez, familiar que en esos momentos formaba parte de la directiva de El Telégrafo, me entrevisté con el entonces director Xavier Benedetti Roldós para vincularme en la sección deportiva del periódico. Durante la entrevista le comenté que, como aficionado al rock, podría, de vez en cuando, escribir un artículo sobre esa temática. Para mí sorpresa, me respondió que mejor que un artículo sería una página entera semanal.
Al principio me quedé algo asustado; no sabía si iba a poder cumplir con las entregas. A ver quién era el “listo” que conseguía material para llenar toda una página semanal sobre rock para un periódico generalista de Sudamérica en 1983.
En aquellos momentos, apenas llevaba algo más de un año residiendo en Ecuador, no conocía a nadie del ambiente rockero a nivel local... grupos, promotores, ni siquiera seguidores y, a nivel internacional, era escasa la información de la que disponía. Solo una suscripción a una revista española y mis modestos conocimientos de aquellos tiempos como simple aficionado, poca cosa para la tarea a emprender. Además, mi principal ocupación era para con la sección deportiva, por consiguiente, los Cuadernos del Rock, debía ir elaborándolos durante momentos libres.
La rudimentaria primera entrega. |
LOS INICIOS: 1983-1984
El 20 de marzo de 1983 se publicaba la primera edición de Cuadernos del Rock. Era media página con dos artículos, uno dedicado a Rod Stewart y otro a la corriente musical de moda en aquellos momentos llamada “Los Nuevos Románticos”.
Durante 1983, y a pesar de las dificultades para conseguir información, fueron apareciendo en las páginas de Cuadernos del Rock artistas y grupos tan diversos como, Bob Seger, Wendy Williams, Hanoi Rocks, The Animals, Deep Purple, Whitesnake, Sex Pistols, The Damned, Eric Clapton, Michael Schenker, Asia, Genesis, Rush, Miguel Rios y Charly García, entre otros muchos.
En abril apareció el primer artículo de carácter nacional, un informal concierto en el Centro Comercial Alban Borja en el que actuaron Abraxas, Milky Way y Easy.
Esta primera etapa duró hasta diciembre de 1984. Con el nuevo año hubo cambios en la dirección de El Telégrafo y dejé de prestar mis servicios durante un tiempo.
SEGUNDA ETAPA: 1987-1988
Tras una etapa de transición, con el cambio de dueño, El Telégrafo pasó a ser dirigido por el Dr. Roberto Hanze y la nueva directiva me ofreció la oportunidad de reincorporarme a la sección deportiva.
Después de un tiempo, y aún sabiendo que mi situación se complicaría, pues tendría que compaginar mi labor en deportes con la sección de rock, volví a plantear al director el regreso de Cuadernos del Rock. Una vez dado el visto bueno, la sección comenzó a publicarse a partir del sábado 24 de octubre de 1987, coincidiendo con la visita a Ecuador del grupo español Ilegales, que causó una auténtica conmoción
Con los mejores medios que contaba por entonces el diario, tanto de impresión como de diseño, los “Cuadernos” reaparecieron con una mejor imagen y una cabecera más destacada que fue incluyendo distintas caricaturas gracias a las habilidades de Jorge Carpio.
Una nueva etapa coincidiendo con la visita de Ilegales a Ecuador. |
Durante esta segunda etapa, con más posibilidades de conseguir información, aparecieron artículos sobre grupos internacionales como, Whitesnake, Slayer, Grim Reaper, Decibelios, Iron Maiden, Pink Floyd, etc. También se publicaron historias sobre los pioneros del rock and roll así como una serie de artículos dedicados a buena parte de los mejores grupos que forjaron el hard rock y el heavy metal. No faltaba una sección de noticias y otra llamada “Un Rincón para la historia”.
Evidentemente, los artículos sobre grupos y noticias nacionales aumentaron. En aquellos momentos Cuadernos del Rock ya formaba parte de la cultura rockera de Guayaquil y fue penetrando en ciudades como, Quito, Ambato, Cuenca y Portoviejo, entre otras.
La última entrega de esta etapa fue el sábado 2 de abril de 1988. En ella, me despedía de los lectores de las páginas más rockeras de Ecuador, aunque resaltando que la despedida no era un adiós definitivo.
TERCERA ETAPA 1988 – 1990
La designación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de 1992 fue uno de los motivos de mi decisión de volver a España tras seis años y medio de estancia en Ecuador. La posibilidad de estar presente en unos JJ.OO. en la propia ciudad de nacimiento y, de paso, poder ejercer de corresponsal para El Telégrafo fue un aliciente difícil de rechazar.
Para evitar la desaparición de Cuadernos del Rock propuse a la dirección que la sección quedara a cargo de Héctor Cedeño, colega de las tertulias que teníamos en el local de rock Virus, el cual me pareció que reunía las condiciones necesarias para continuar la tarea de mantener la página activa.
La primera edición dirigida por Héctor se publicó el sábado 9 de abril de 1988 e incluyó un reportaje sobre Metallica. En la edición del 4 de junio se publicaba una entrevista que se me realizó poco antes de embarcarme en el avión rumbo a España. La etapa con Héctor duró hasta junio de 1990, con algunas interrupciones y distinta periodicidad.
Un nuevo inicio, a todo color y diseño de lujo. |
Como había prometido a los lectores, durante mi ausencia de Ecuador y desde mi puesto de corresponsal, además de artículos relacionados con el deporte y los JJ.OO. de Barcelona 92, para Cuadernos del Rock envié en exclusiva la crónica del festival Monsters Of Rock cuya edición española de 1988 contó con la presencia de Manzano, Anthrax, Helloween, Metallica e Iron Maiden, así como una entrevista a Anthrax. En los siguientes años remití la crónica de los conciertos en Barcelona de David Lee Roth, Scorpions, Ozzy Osbourne y Manowar, además del festival que reunió a lo mejor del thrash español de aquellos momentos, Muro, Fuck Off y Crom. También apareció una reproducción del informe sobre el metal ecuatoriano que publiqué en la revista Metali-k.o., de la que era colaborador en aquellos momentos.
CUARTA ETAPA 1995 - 2000
Tras mi retorno a Ecuador en 1993, volví a reincorporarme a El Telégrafo. En principio solo para dedicarme a la sección deportiva. Acontecimientos de máxima relevancia internacional como la Copa América 93, disputada precisamente en Ecuador y el Mundial 94 desarrollado en Estados Unidos, me mantuvieron demasiado ocupado como para pensar en dedicar tiempo al rock. Una vez el horizonte quedó libre de grandes acontecimientos deportivos propuse la vuelta de Cuadernos del Rock y, tras una larga pausa de cinco años reapareció la sección rockera. Primero con el beneplácito de Roberto Hanze, que se mantenía como director y, posteriormente, con la nueva administración dirigida por Fernando Aspiazu y su hija Coqui, quienes mantuvieron el apoyo a la página dedicada al rock.
Esta etapa significó un doble esfuerzo por mi parte debido a que la mayor responsabilidad adquirida dentro de la sección deportiva, requería más dedicación y, consecuentemente, dificultaba mi implicación en la sección de rock. Además, tuve que afrontar otros dos acontecimientos deportivos importantes como los JJ.OO. Atlanta 96 y un nuevo Mundial de Fútbol, Francia 98, con la consiguiente recarga de trabajo.
No obstante, puede decirse que esta quinta etapa fue la que mejor presentación tuvo Cuadernos del Rock. Con las nuevas tecnologías se mejoró la imagen de la página, llegó el color y se profundizó en el diseño creando una nueva cabecera.
Con la cabecera de Diners Club auspiciando a Kiss. |
El contenido literario también fue menos difícil de conseguir que en los primeros años. A un mejor acceso a la información internacional se unió el hecho de que en la parte nacional se había incrementado la presencia de grupos con la consiguiente circulación de información. Las agencias internacionales proveían ocasionalmente de alguna noticia interesante que poder aprovechar para la sección y, sobre todo, algunas maravillosas fotos, como las de Kiss.
En esta etapa se alcanzó otro hito importante y fue el hecho de conseguir publicidad, nada menos que de Diners Club. Algo totalmente inédito, el rock auspiciado por una empresa de alto nivel.
La primera edición se publicó en octubre de 1995 y en principio con carácter mensual hasta que en diciembre llegó el acuerdo comercial con Diners y Cuadernos del Rock pasaron a llamarse D.C. & Rock, de nuevo con modificación de la cabecera por razones obvias y con periodicidad semanal. El convenio comercial con Diners duró hasta el 31 de mayo. A partir de junio de 1995 volvió el habitual nombre de Cuadernos del Rock a encabezar la sección.
En febrero de 1997 los Cuadernos del Rock se incorporaron al suplemento semanal, abandonando su lugar en el cuerpo principal del diario y la página tuvo que adaptarse al formato más reducido del suplemento. En Marzo de 1999 se volvió al cuerpo habitual del periódico y al blanco y negro.
En este último período, el más duradero de la historia de Cuadernos del Rock, pasaron por sus páginas bandas de reconocida fama y de todos los estilos. Grupos clásicos como, Queen, Lynyrd Skynyrd, Supertramp, The Who, Jethro Tull, Kiss y Led Zeppelin; heavys consagrados como, Scorpions, Iron Maiden, AC/DC, Def Leppard y Queensryche; iconos del thrash como Sepultura, Metallica, Slayer y Soulfly; representantes del grunge como Soundgarden y Nirvana , así como bandas que marcaron diferencias por su particular sonido como, Ministry, Pantera, Rage Against The Machine, Korn, Tool, Venom... y hasta grupos extremos como Cannibal Corpse.
También hubo espacio para artistas de renombre de todas las tendencias como, Ozzy Osbourne, Jimi Hendrix, Elvis Presley, Yngwie Malmsteen, Joe Satriani, Bill Wyman, Carlos Santana, Gregg Allman, Eric Clapton y Bob Dylan.
Cuando Sepultura aún eran Sepultura. |
Asimismo, en las páginas de Cuadernos del Rock quedaron reflejados interesantes acontecimientos como, la nueva y efímera etapa de Van Halen con Gary Cherone, la vuelta de Bruce Dickinson y Adrian Smith a Iron Maiden, la popularidad de Marilyn Manson, la vuelta temporal de Ozzy a Black Sabbath, el suicidio de Wendy Williams, la etapa de Anthrax con John Bush, la irrupción de Slipknot, el 30 aniversario del festival de Woodstock, la nueva vida de Courtney Love como “viuda” del grunge, las aficiones de Ted Nugent y los 25 años de la muerte de Sid Vicious.
También hubo una serie de informes a los que se dedicaron varios capítulos como, “Los viejos rockeros se resisten a desaparecer”, “Pioneros del Rock And Roll” y “Rockeros y conflictos con la Ley”.
Asimismo, los Cuadernos del Rock fueron testigo de los conciertos en Guayaquil de la banda estadounidenses de death/thrash metal Master y de los argentinos A.N.I.M.A.L., además de la actuación de los griegos Rotting Christ en Quito. También se informó sobre los festivales Puerto Rock 1996 y Desde el Volcán 1999.
Con el tiempo las páginas de Cuadernos del Rock consiguieron traspasar las fronteras nacionales y en la redacción de El Telégrafo fue llegando información de grupos de diversas partes de Sudamérica, de los colombianos Cronos, Angel Negro, Masacre y Kraken y los peruanos Estigma, así como de los mexicanos Cenotaph. Mientras que, desde Nueva York, nos llegaron noticias de Gnosis, grupo ecuatoriano de tribal metal y del grupo mexicano Esclavos. Por supuesto, no faltaron grupos españoles en sus páginas como, Barón Rojo, Mago de Oz, Ankhara, Tierra Santa, Azrael y Avulsed, entre otros.
Evidentemente, la presencia de grupos nacionales de las más diversas tendencias procedentes de Guayaquil, Quito, Cuenca, Ambato y otras ciudades se fue incrementando considerablemente. Entre otros, aparecieron, Blaze, Spectrum, La Trifullka, Los Hijos de la Valienta, Cruks En Karnak, Notoken, Sacrificio Punk, Ola Suburbana, Basca, Maltrato Publico, Sobrepeso, Lignun Crusis, 11 Fumanchuco, Muscaria Escalibur, Profecia, Bajo Sueños, Demolicion, Exintesis, Falc, Sal y Mileto, Mocambo, La Grupa, La Tribu, Total Death, Mama Vudú, Amazon, Distorsion Social, Mamut, Cry, etc.
Mr. Malmsteen tuvo su espacio en Cuadernos del Rock |
Las últimas entregas de Cuadernos del Rock se produjeron el 1 y el 15 de septiembre de 2000. En el primer caso se trató de un reportaje en el que se realizaba una encuesta a ingenieros de sonido, productores y promotores nacionales, a cargo de nuestro colega Pablo Rodríguez bajo el título de “En busca del sonido independiente” y, en lo que respecta a la segunda, me despedía de los lectores con un resumen de lo que había sido la trayectoria de Cuadernos del Rock.
No quisiera terminar sin dejar constancia de mi agradecimiento a todos los directores de El Telégrafo que permitieron que esta loca aventura tuviera un comienzo y, posteriormente, una continuidad como, Xavier Benedetti, Dr. Roberto Hanze y Fernando y Coqui Aspiazu. Nunca tuve la menor intromisión sobre el contenido que debía o no publicarse.
También quisiera mencionar a los diagramadores que durante las diversas etapas de los “Cuadernos” tuvieron la paciencia de aguantar mis indicaciones, Leonardo Villavicencio, Jorge Carpio, Samuel Carpio y Zenit Ayora; sin su ayuda no habría sido posible y, por descontado a Guillermo Cuesta “Willy”, master en las nuevas tecnologías de diseño, que con sus habilidades hizo posible que las páginas tuvieran una imagen mucho más moderna.
La historia de Cuadernos del Rock, es la de unos tiempos que marcaron la existencia de muchos rockeros de Ecuador así como la mía propia. Nunca se me pasó por la mente la trascendencia que llegaría a tener esa sección dedicada al rock. Camino de llegar a las cuatro décadas de su primera publicación, el recuerdo permanece. ¡¡Increible!!
Nota: Invito a que todo aquel que desee apuntar algún recuerdo o anécdota sobre Cuadernos del Rock, deje su comentario en el apartado correspondiente de locky-rock.blogspot.com.
En los últimos tiempos, con "Willy" dando los retoques a la página por ordenador. |
Cuentos recuerdos llegan a la memoria. Cuadernos y Virus son parte de la historia del rock ecuatoriano.
ResponderEliminarSaludos Locky.
Efectivamente, una época inolvidable para muchos. Virus... ummm habrá que pensar en hacer algo al respecto mas adelante. Saludos.
EliminarLas veces que tenía el diario era cuando la empresa que trabajaba era suscrita al mismo y por ende lo leía. Eso por mediados de los 90s. Solo conservo unos cuantos recortes posteriores en los que en algun momento participé como actor ya no solo lector, es decir coproduccion en eventos con brutalidad total y aparición efímera con arpón. Pero bueno es solo una humilde apreciación. Saludos don lock.
ResponderEliminarSiiii. Me acuerdo vagamente de Arpón. y, por supuesto, de Brutalidad Total. Saludos.
EliminarSaludos también a diferencia si nos acordamos de ti jjjajajj...
EliminarSaludos, yo hasta los coleccionaba, por ahí en algún lugar deben estar. Grande Locky
ResponderEliminarConsérvalos. Pura historia. Ja ja!!
EliminarGracias Locky, debes contar también cómo se inició VIRUS (SI TIENES FOTOS DE VIRUS SERÍA GENIAL), toda tu historia acá Guayaquil dejó huellas a los metaleros de esos años.
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