Sensaciones del Barcelona Rock Fest (Día 4): Scorpions, Judas Priest, Alestorm, Stryper, Doro
FECHA: 29 Junio 2025
LUGAR: Parc de Can Zam
LOCALIDAD: Santa Coloma de Gramenet
NOTA: Esto no es una crónica al uso, son impresiones según la visión particular de un aficionado asistente al festival.
Después de haber “sobrevivido” a tres días de clima infernal, llegaba al último del Rock Fest 2025 con las expectativas puestas en Stryper y los dos “monstruos” que cerraban la edición, Judas Priest y Scorpions.
Me hubiera gustado ver a Grave Digger pero el horario en el que los pusieron, demasiado temprano para su categoría según mi opinión, me lo impidió al tener que reservar fuerzas para el tramo final.
DORO, STRYPER Y ALESTORM
Después de haber visto unas cuantas veces a Doro, su concierto no me sorprendió. La cantante alemana varía muy poco sus actuaciones y en esta ocasión también se ciñó a un patrón prácticamente inamovible, sin asumir riesgos y con los músicos tratando de huir del sol en cuanto podían. Tuve la sensación de haber presenciado algo repetitivo y carente de novedades.
Los grandes perjudicados del Rock Fest 2025 fueron Stryper. Tuvieron constantes problemas con el sonido e incluso emplearon parte del tiempo de su actuación en hacer las pruebas correspondientes. Consecuentemente, nunca estuvieron cómodos sobre las tablas y se reflejó en el resultado final. Una pena no haber disfrutado del sonido que merecía su potente repertorio. Finalizaron con el clásico “To Hell With The Devil”. Para recompensar a sus seguidores, repartieron púas a diestro y siniestro... y creo que alguna biblia también.
Con Alestorm ya se sabe a lo que se va. Fiesta, baile y mucho humor. Fue una opción para disipar y descargar adrenalina. No es una banda que me motive, pero ya que estaba, había que verla.
JUDAS PRIEST Y SCORPIONS
Y llegó el momento de los “monstruos”. Primero Judas Priest, quienes, de entrada, y debido a una falta de coordinación en las pistas pregrabadas de introducción, tuvieron que repetir el inicio. Un incidente meramente anecdótico del que muchos han querido aprovecharse para crear polémica y conseguir más visitas en sus webs. Que Rob Halford se ayude de algunas bases de fondo a sus 73 años es normal. También es sabido que muchos grupos llevan pistas grabadas de las intros que no se pueden reproducir en directo. Y al que no le guste que no vaya a ver a Judas y punto.
Centrándome en la actuación, tratándose de la gira del 35 aniversario de Painkiller, fue normal que dieran prioridad a ese álbum, aunque no se olvidaron del último Invencible Shield, obviamente tienen que seguir promocionándolo. No faltaron algunos clásicos y me sorprendió la inclusión de “Solar Angels” del poco valorado Point Of Entry.
Nada que objetar al espectáculo de luces y al sonido, salvo el problema inicial, todo fue sobre ruedas. Pero, comparado con su última visita a Barcelona en el Palau Sant Jordi, me quedo con ese concierto antes que el del Rock Fest.
En cuanto a Scorpions, pobre Klaus Meine, cuando apareció en el escenario, por un momento me recordó al humorista Gila, tanto por aspecto como por la voz. Una pena que un ícono como Klaus tenga que arrastrarse por los escenarios con una voz que no da para demasiadas alegrías y un físico que no aguanta demasiado y al que le tuvieron que dar descanso durante varios momentos para que recuperase fuerzas, recurriendo a los solos de guitarra de Matthias Jabs y de batería a cargo de Mikkey Dee, además de los temas instrumentales.
En cuanto al repertorio, fue un homenaje a los ochenta, con pinceladas de otras épocas. Por supuesto, no faltó la indispensable cuota de baladas. Sin duda ofrecieron un gran espectáculo audiovisual con grandes efectos y la aparición del gigantesco escorpión hinchable mientras se despedían con “Blackout” y “Rock You Like A Hurricane” frente a un gran número de seguidores eufóricos que abarrotaban las cercanías del escenario, entre ellos, una numerosa parroquia de latinoamericanos que disfrutaron a lo grande.
Una vez concluido en festival se hace necesaria una pequeña evaluación, música y músicos aparte.
Primero, los horarios deberían retrasarse, sabiendo que el clima tiende a empeorar año a año.
Segundo, en ocasiones el sonido de las actuaciones se cruza con quienes están haciendo las pruebas o con el de quienes están tocando en la carpa.
Tercero, los precios del merchandising son de juzgado de guardia.
Cuarto, el tema de la precariedad de los lavabos me temo que no tiene solución.
Nos vemos el año que viene... ¿o quizá no?
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