Vocalistas de emergencia (3): Van Halen y Gary Cherone
Locky Pérez
Hay momentos en la historia de una banda en que las circunstancias obligan a sus componentes a tomar decisiones drásticas. En algunas ocasiones pueden resultar beneficiosas pero también ser equivocadas y obligar a la rectificación ante males mayores. Algunos de estos casos se dan cuando uno de los miembros deja el grupo o es expulsado. Sustituirlo, dependiendo de su importancia dentro de la banda, puede ser complicado. En esta serie de artículos me centraré en algunos vocalistas que fueron escogidos como solución de emergencia y su aporte discográfico resultaría, cuando menos, polémico. Si su legado valió la pena queda para el lector juzgar por sí mismo.
Anteriores entregas:
Black Sabbath e Ian Gillan
Iron Maiden y Blaze Bayley
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VAN HALEN – GARY CHERONE
Periodo: 1996-1999
Álbumes:
Van Halen III
INTRODUCCION
Gary Cherone “aterrizó” en Van Valen en unos momentos turbulentos; a la poco amistosa salida de Sammy Hagar, cuya relación con Eddie se había deteriorado, se sumó el fallido retorno de Dave Lee Roth después de que se disparasen los rumores de reunión de la banda original tras aparecer al completo en una entrega de premios de la MTV.
Ray Danniels, cuñado de Eddie, pasó a ser manager de la banda y, asimismo, lo era de Extreme y fue quien propuso el nuevo candidato al puesto de vocalista quien, tras unas sesiones con mucho “feeling” entre los músicos, se hizo con el puesto.
ANTES:
Gary Cherone llegaba a Van Halen tras haberse dado a conocer con Extreme, banda formada junto al guitarrista Nuno Bettencourt en 1985. Su versatilidad, que incluía la fusión de hard rock, heavy, funk y glam metal, les catapultó a la fama con la grabación de Extreme II: Pornograffitti (1990). Un año antes habían debutado con un álbum de título homónimo y posteriormente publicarían III Sides To Every Story (1992) y Waiting For The Punchline (1995). Al año siguiente, tras el poco éxito de su última obra y con el grunge marcando las tendencias a seguir, llegó la disolución de la banda.
DURANTE:
Gary Cherone, ha manifestado en más de una ocasión que le hubiera gustado salir de gira antes de grabar nuevo material con Van Halen, sin embargo, quedó muy contento de su etapa en la banda californiana y, supuestamente, antes de marcharse de forma amistosa, dejó canciones para una nueva grabación que nunca vieron la luz.
Al contrario que Sammy Hagar, en la gira de presentación del álbum, no le importó cantar temas de la época de David Lee Roth.
DESPUES:
Tras su salida de Van Halen, Gary entabló contacto con algunos ex colegas de Extreme como el bajista Pat Badger además del batería Mike Mangini y crearon un nuevo proyecto llamado Tribe of Judah, con ciertas influencias industriales y durante el tiempo que estuvieron en activo, entre 2001 y 2003, grabaron un álbum titulado Exit Elvis.
Posteriormente, y curiosamente, colaboró en proyectos junto a Sammy Hagar, Michael Anthony y el propio Nuno Bettencourt. Desde 2004, la formación de Extreme se reunió para acontecimientos puntuales hasta que en 2007 anunciaron la vuelta a la actividad para grabar un álbum con su correspondiente gira de presentación. El álbum en cuestión se tituló Saudades Of Rock y apareció en agosto de 2008.
Además de mantenerse en activo con Extreme, Gary ha seguido involucrado en diversos proyectos como el temporal tributo a The Who junto a Mike Portnoy, Paul Gilbert y Billy Sheehan (casi nada). Posteriormente, Gary, continuó con su propio tributo a The Who denominado Slip Kid junto a su hermano y guitarrista Markus, con quien también formó el grupo Hurtsmile con Joe Pessia al bajo y Dana Spellman a la batería. Hasta el momento cuentan con dos álbumes, Hurtsmile (2011) y Retrogrenade (2014)
EL ALBUM
VAN HALEN III
Además de un contenido no demasiado convincente, por decirlo así, el título del álbum, queriendo hacer una comparación con sus dos primeras obras, tampoco fue demasiado afortunado. Y mucho menos la horrible portada.
También fue el último con Michael Anthony al bajo, que solo tocó en algunas canciones, del resto se hizo cargo el propio Eddie. La relación entre el guitarrista y Michael no pasaba por un buen momento, finalmente el bajista abandonaría su puesto en 2007 en favor del hijo de Eddie, Wolfgang.
Tras su salida de Van Halen, Gary entabló contacto con algunos ex colegas de Extreme como el bajista Pat Badger además del batería Mike Mangini y crearon un nuevo proyecto llamado Tribe of Judah, con ciertas influencias industriales y durante el tiempo que estuvieron en activo, entre 2001 y 2003, grabaron un álbum titulado Exit Elvis.
Posteriormente, y curiosamente, colaboró en proyectos junto a Sammy Hagar, Michael Anthony y el propio Nuno Bettencourt. Desde 2004, la formación de Extreme se reunió para acontecimientos puntuales hasta que en 2007 anunciaron la vuelta a la actividad para grabar un álbum con su correspondiente gira de presentación. El álbum en cuestión se tituló Saudades Of Rock y apareció en agosto de 2008.
Además de mantenerse en activo con Extreme, Gary ha seguido involucrado en diversos proyectos como el temporal tributo a The Who junto a Mike Portnoy, Paul Gilbert y Billy Sheehan (casi nada). Posteriormente, Gary, continuó con su propio tributo a The Who denominado Slip Kid junto a su hermano y guitarrista Markus, con quien también formó el grupo Hurtsmile con Joe Pessia al bajo y Dana Spellman a la batería. Hasta el momento cuentan con dos álbumes, Hurtsmile (2011) y Retrogrenade (2014)
EL ALBUM
VAN HALEN III
Además de un contenido no demasiado convincente, por decirlo así, el título del álbum, queriendo hacer una comparación con sus dos primeras obras, tampoco fue demasiado afortunado. Y mucho menos la horrible portada.
También fue el último con Michael Anthony al bajo, que solo tocó en algunas canciones, del resto se hizo cargo el propio Eddie. La relación entre el guitarrista y Michael no pasaba por un buen momento, finalmente el bajista abandonaría su puesto en 2007 en favor del hijo de Eddie, Wolfgang.
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EL CONTENIDO
Convencional intro de teclado y guitarra acústica minimalista.
WITHOUT YOU
Fructífero trabajo vocal de Gary aportando energía y sentimiento, con Eddie exhibiendo excelentes e imaginativos fraseos de guitarra a lo largo de toda la composición. Uno de los pocos temas que se salva de la mediocridad. Pegadizo pero versátil a la vez, y con un brillante aporte de Alex a la batería así como un eficaz apoyo del bajo rellenando espacios.
ONE I WANT
Otro tema en el que destacan las habilidades vocales de Gary, en esta ocasión acercándose a las entonaciones de Sammy Hagar. La instrumentación es original, cuenta con variados ejercicios guitarreros con las señas de identidad de Eddie culminadas con un solo brillante. La estructura tiene una dinámica rítmica propia del reggae así como un atractivo estribillo y nos muestra de nuevo la clase de Alex detrás del kit de batería.
FROM AFAR
Tras el prometedor inicio, el álbum se desequilibra con un tema que se pierde en su propia complejidad. Gary intenta salvarlo a base de garra pero las confusas partes instrumentales no fluyen en su conjunto. Oscuro, deprimente y demasiado largo, llega a resultar agobiante.
DIRTY WATER DOG
Tema de ritmo pegadizo con protagonismo de la batería y con Eddie aportando sonidos elegantes fusionados a través de fórmulas experimentales y un bajo de sonoridad funky. Gary demuestra su versatilidad vocal. Tiene sus virtudes pero no pasa de ser una canción simplemente “apañada”.
ONCE
Pieza atmosférica y tediosa con bases programadas y el nefasto espíritu de Phil Collins revoloteando en el ambiente. Ideal para amenizar a los clientes del restaurante de un hotel de lujo. Aquí llegamos a los peores momentos del álbum con cerca de ocho minutos de “aburrimierdo” (que diría Camilo José Cela).
FIRE IN THE HOLE
Para recuperar el ánimo perdido nos topamos con el mejor riff de todo el álbum. Al Eddie más reconocible exponiendo su talento para sacar adelante una pieza potente que destila intensidad instrumental, con Gary poniendo a prueba sus registros más desgarrados.
JOSEPHINA
Tras el subidón anterior, llega una nueva decepción con una composición lenta, de ambiente delicado. A pesar de algunos reconocibles fraseos de guitarra, resulta insustancial. Otra canción demasiado extensa para lo que representa. Olvidable y poco significativa en el balance final.
YEAR TO THE DAY
Si ya estábamos “tocados” con “Josephina”, con está canción alcanzamos los momentos más soporíferos del álbum. Lentitud desesperante, duración insoportable (8:36). Ni siquiera los arrebatos temporales ni el buen aporte guitarrero lo salvan de la mediocridad. Gary exhibe su lado más dramático y sensible pero no es suficiente.
PRIMARY
Instrumental en el que Eddie se dedica a experimentar con insulsas sonoridades de tendencias orientales.
BALLOT OR THE BULLET
Pieza con toques sureños y utilización de guitarra slide por parte de Eddie, que añade algo de frescura y garra a un álbum flojo con más sombras que luces. Gary extrae de nuevo su registro más desgarrado mientras Eddie muestra chispas de su talento. Un tema que queda en el lado de lo mejor del álbum.
HOW MANY SAY I
Pieza que recibió muchas críticas por trivial, no es que sea gran cosa. Un divertimento intimista del guitarrista que aquí se pasa al piano y hace sus pinitos vocales, pero que tiene "su aquel” si se la toma como un experimento. Otra pega en su contra es su excesiva duración, algo más de seis minutos y, a estas alturas, lo que uno desea es que se termine el suplicio.
Otro tema en el que destacan las habilidades vocales de Gary, en esta ocasión acercándose a las entonaciones de Sammy Hagar. La instrumentación es original, cuenta con variados ejercicios guitarreros con las señas de identidad de Eddie culminadas con un solo brillante. La estructura tiene una dinámica rítmica propia del reggae así como un atractivo estribillo y nos muestra de nuevo la clase de Alex detrás del kit de batería.
FROM AFAR
Tras el prometedor inicio, el álbum se desequilibra con un tema que se pierde en su propia complejidad. Gary intenta salvarlo a base de garra pero las confusas partes instrumentales no fluyen en su conjunto. Oscuro, deprimente y demasiado largo, llega a resultar agobiante.
DIRTY WATER DOG
Tema de ritmo pegadizo con protagonismo de la batería y con Eddie aportando sonidos elegantes fusionados a través de fórmulas experimentales y un bajo de sonoridad funky. Gary demuestra su versatilidad vocal. Tiene sus virtudes pero no pasa de ser una canción simplemente “apañada”.
ONCE
Pieza atmosférica y tediosa con bases programadas y el nefasto espíritu de Phil Collins revoloteando en el ambiente. Ideal para amenizar a los clientes del restaurante de un hotel de lujo. Aquí llegamos a los peores momentos del álbum con cerca de ocho minutos de “aburrimierdo” (que diría Camilo José Cela).
FIRE IN THE HOLE
Para recuperar el ánimo perdido nos topamos con el mejor riff de todo el álbum. Al Eddie más reconocible exponiendo su talento para sacar adelante una pieza potente que destila intensidad instrumental, con Gary poniendo a prueba sus registros más desgarrados.
JOSEPHINA
Tras el subidón anterior, llega una nueva decepción con una composición lenta, de ambiente delicado. A pesar de algunos reconocibles fraseos de guitarra, resulta insustancial. Otra canción demasiado extensa para lo que representa. Olvidable y poco significativa en el balance final.
YEAR TO THE DAY
Si ya estábamos “tocados” con “Josephina”, con está canción alcanzamos los momentos más soporíferos del álbum. Lentitud desesperante, duración insoportable (8:36). Ni siquiera los arrebatos temporales ni el buen aporte guitarrero lo salvan de la mediocridad. Gary exhibe su lado más dramático y sensible pero no es suficiente.
PRIMARY
Instrumental en el que Eddie se dedica a experimentar con insulsas sonoridades de tendencias orientales.
BALLOT OR THE BULLET
Pieza con toques sureños y utilización de guitarra slide por parte de Eddie, que añade algo de frescura y garra a un álbum flojo con más sombras que luces. Gary extrae de nuevo su registro más desgarrado mientras Eddie muestra chispas de su talento. Un tema que queda en el lado de lo mejor del álbum.
HOW MANY SAY I
Pieza que recibió muchas críticas por trivial, no es que sea gran cosa. Un divertimento intimista del guitarrista que aquí se pasa al piano y hace sus pinitos vocales, pero que tiene "su aquel” si se la toma como un experimento. Otra pega en su contra es su excesiva duración, algo más de seis minutos y, a estas alturas, lo que uno desea es que se termine el suplicio.
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CONCLUSIONES
Puede que las críticas que recibió el único álbum grabado por Gary Cherone con Van Halen estuvieran justificadas en su momento. Comparado con los anteriores trabajos del grupo estadounidense está a un nivel inferior. Sin embargo cuenta con algunas cosas interesantes. La huella de Eddie, su calidad como guitarrista, queda plasmada en diversos pasajes. Quizá, su intento de incursionar en terrenos experimentales de forma individual no estuvo respaldado por la creatividad de conjunto y, de esta manera, el resultado general se resintió al construir temas en muchos casos faltos de carisma.
De las once composiciones, se pueden rescatar tres y calificarlas como de interesantes, a las que se pueden añadir un par con cierto interés. El resto del contenido es prescindible y escasamente atractivo.
La aportación de Gary Cherone queda obstaculizada por la propia estructura de las composiciones, no por su incapacidad. Todo lo contrario, sus cualidades quedan respaldadas en algunas canciones y cuando no sale tan airoso no es por su culpa sino por no contar con el entorno adecuado para exhibir sus habilidades vocales.
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