Sensaciones de un concierto: Sacred Reich + Injector
FECHA: 16 Junio 2025
SALA: Razzmataz 3
CIUDAD: Barcelona
ORGANIZADOR: Madness Live
INVITADO: Injector
Si mi memoria no me falla, la última vez que Sacred Reich pisaron tierras españolas fue en mayo de 1991, cuando ejercieron de teloneros de Sepultura. El año anterior habían venido como cabezas de cartel. Eran tiempos de Ignorance, el EP Surf Nicaragua y American Way, su discografía hasta entonces. En ambas ocasiones me tocó realizar la crónica para la revista Metali-k.o., concretamente en los números 45 y 53.
Después de 34 años, las sensaciones que me dejó el grupo originario de Phoenix fueron las de una banda que ha cambiado en cuanto a formación y, obviamente, aspecto físico, pero no en lo que respecta a actitud sobre el escenario.
Como en sus mejores tiempos, Phil Rind (que recordó al público su paso por España en los noventa) fue el maestro de ceremonias siempre sonriente. Se le vio feliz, seguro de sí mismo y un líder carismático que recibió todo el respeto del público.
También perteneciente a la "vieja guardia" Wiley Arnett dejó claro que, si Phil era el director de orquesta, en su caso se trataba del solista mejor dotado, desarrollando a lo largo de la actuación todas sus virtudes como guitarrista. Eso sí, en ocasiones, me daba la sensación de que Wiley había sido suplantado por Hugh Laurie, el popular actor de la serie House, debido a su parecido físico.
Los dos veteranos de la formación original compartían escenario con dos sustitutos, Dave McClain, que comparado con el musculoso Greg Hall parecía todo un intelectual más que un batería de thrash metal, y el más joven de todos, Joey Radziwill, incorporado en 2019 y que ejerció de poseso de la seis cuerdas comparado con la tranquilidad que exhibía Arnett. Por cierto, su padre, Tim Radziwill toco un tiempo la batería con Sacred Reich como músico de apoyo en los directos.
Compenetrados, dispuestos a ofrecer lo que los seguidores esperaban y respaldados por un sonido robusto que penetraba hasta la misma médula fueron desmenuzando un repertorio cuyos fundamentos tuvieron mucho de añejo. De esa madurez que no pierde calidad con el paso del tiempo.
Ahí estuvieron, para regocijo de los asistentes, piezas clave en la discografía de Sacred Reich como, “The American Way” que abrió el concierto, junto a otras imprescindibles del mismo álbum: “Crimes Against Humanity”, “Love... Hate” y “Who's To Blame”, así como dos presentaciones de su debut Ignorance de 1987, el tema título y “Dead Squad”.
Por supuesto que no faltó el carismático EP Surf Nicaragua con el tema que le da nombre como broche de oro, además de “One Nation” y la mítica versión de Black Sabbath “War Pigs”, con el público entregado en cuerpo y alma.
Entre medio, fueron colocando piezas de sus otros álbumes, Independent (1993) y Awakening (2019) el más cercano en el tiempo y último hasta ahora de su discografía, del que sonaron, entre otras “Salvation”, que dejó excelentes vibraciones. Quedó fuera del concierto Heal (1996), del que no tocaron ninguna canción.
El de Sacred Reich fue de aquellos conciertos en el que el repertorio resulta ser el ideal, donde las sensaciones del pasado afloraron con nostalgia y el recuerdo de un tiempo vivido con intensidad.
La respuesta del público fue la garantía del éxito para los componentes de Sacred Reich, despedidos con honores y con la euforia de haber disfrutado de la actuación aún a flor de piel.
INJECTOR
Nunca entenderé por qué se maltrata de una forma tan flagrante a las bandas invitadas. No sé si es a propósito o por incompetencia. Pero últimamente he detectado escasa profesionalidad a la hora de calibrar el sonido de los grupos que abren los conciertos. Con Injector volvió a pasar en Barcelona. Una banda que en sus álbumes suena potente y con unas guitarras incendiarias, en directo adoleció de la energía que transmiten sus canciones en estudio.
Lo que pudo ser una actuación vibrante quedó en un plano discreto. No por culpa de la banda, que en cuanto a actitud y ganas de hacer disfrutar a los asistentes no escatimaron esfuerzos. Pero la calidad del sonido entre Injector y Sacred Reich fue abismal. Sobre todo en lo que se refirió a las guitarras.
Da la sensación de que algo falla en este aspecto y que no se cuida lo suficiente. Un invitado con garantía de calidad como era Injector, reflejado en sus álbumes Hunt Of The Rawhead y Endless Scorn debió tener el adecuado sonido. Es sabido que los grupos invitados nunca van a tener el potencial sonoro del cabeza de cartel. Pero una cosa es el volumen y otra muy distinta la calidad técnica.
Ahí estuvieron, para regocijo de los asistentes, piezas clave en la discografía de Sacred Reich como, “The American Way” que abrió el concierto, junto a otras imprescindibles del mismo álbum: “Crimes Against Humanity”, “Love... Hate” y “Who's To Blame”, así como dos presentaciones de su debut Ignorance de 1987, el tema título y “Dead Squad”.
Por supuesto que no faltó el carismático EP Surf Nicaragua con el tema que le da nombre como broche de oro, además de “One Nation” y la mítica versión de Black Sabbath “War Pigs”, con el público entregado en cuerpo y alma.
Entre medio, fueron colocando piezas de sus otros álbumes, Independent (1993) y Awakening (2019) el más cercano en el tiempo y último hasta ahora de su discografía, del que sonaron, entre otras “Salvation”, que dejó excelentes vibraciones. Quedó fuera del concierto Heal (1996), del que no tocaron ninguna canción.
El de Sacred Reich fue de aquellos conciertos en el que el repertorio resulta ser el ideal, donde las sensaciones del pasado afloraron con nostalgia y el recuerdo de un tiempo vivido con intensidad.
La respuesta del público fue la garantía del éxito para los componentes de Sacred Reich, despedidos con honores y con la euforia de haber disfrutado de la actuación aún a flor de piel.
INJECTOR
Nunca entenderé por qué se maltrata de una forma tan flagrante a las bandas invitadas. No sé si es a propósito o por incompetencia. Pero últimamente he detectado escasa profesionalidad a la hora de calibrar el sonido de los grupos que abren los conciertos. Con Injector volvió a pasar en Barcelona. Una banda que en sus álbumes suena potente y con unas guitarras incendiarias, en directo adoleció de la energía que transmiten sus canciones en estudio.
Lo que pudo ser una actuación vibrante quedó en un plano discreto. No por culpa de la banda, que en cuanto a actitud y ganas de hacer disfrutar a los asistentes no escatimaron esfuerzos. Pero la calidad del sonido entre Injector y Sacred Reich fue abismal. Sobre todo en lo que se refirió a las guitarras.
Da la sensación de que algo falla en este aspecto y que no se cuida lo suficiente. Un invitado con garantía de calidad como era Injector, reflejado en sus álbumes Hunt Of The Rawhead y Endless Scorn debió tener el adecuado sonido. Es sabido que los grupos invitados nunca van a tener el potencial sonoro del cabeza de cartel. Pero una cosa es el volumen y otra muy distinta la calidad técnica.
Una pena que se repita tanto y no se esté por la labor de mejorar este aspecto.
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